¿QUÉ ES UNA INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO?
 Una infección del tracto urinario se produce cuando las bacterias (gérmenes) penetran en el tracto urinario (la vejiga) y se multiplican. El resultado es enrojecimiento, inflamación y dolor en el tracto urinario (ver diagrama).
 La mayoría de las infecciones urinarias (ITU) se alojan en la vejiga, el órgano con forma de bolsa donde se almacena la orina antes de ser expulsada del cuerpo. Si una ITU no se trata a tiempo, las bacterias pueden llegar a los riñones y causar una infección más grave, llamada pielonefritis.
 La pielonefritis es una infección del riñón, donde se produce la orina. Puede causar fiebre y dolor de espalda.
 ¿POR QUÉ LA PRUEBA PCR ?
 Desde la década de 1950, el urocultivo ha sido el método de referencia para el diagnóstico de infecciones del tracto urinario (ITU). Si bien los métodos de diagnóstico molecular, con sus técnicas de amplificación de ADN, han sustituido los métodos de diagnóstico obsoletos para algunas infecciones, las ITU se siguen diagnosticando generalmente, como se ha hecho durante décadas: mediante urocultivo.
 El cultivo estándar presenta limitaciones significativas para la detección del espectro completo de especies bacterianas urinarias debido a bacterias de crecimiento lento que mueren en presencia de oxígeno. Actualmente existen métodos de diagnóstico más rápidos y precisos, pero aún falta un componente para definir una cura: la prueba de sensibilidad a los antimicrobianos (AST) eficaz.
 La mayoría de los diagnósticos basados en PCR se centran principalmente en definir el recuento óptimo de colonias de uropatógenos para diagnosticar infecciones urinarias. Mientras tanto, se dedican muy pocos esfuerzos a identificar un tratamiento antibiótico específico para erradicar la infección.
 CULTIVO VS PCR
 El 67% de los uropatógenos no se detectan con el cultivo de orina estándar y el 50% en pacientes con síntomas urinarios graves (1).
 Las infecciones urinarias son unas de las infecciones bacterianas más comunes y afectan a 150 millones de personas cada año en todo el mundo (2).
 Estudios han demostrado que, dependiendo de la población, hasta el 80% de los cultivos de orina son negativos, lo que subraya la necesidad de métodos de diagnóstico más efectivos (3).